martes, 2 de diciembre de 2008

De Teatro...

A propósito de la entrada sobre Paco Ignacio Taibo de hace dos semanas, recibí varios comentarios de mi amigo Paco y me puse a recordar aquellos tiempos en los que incursioné en el teatro en Torreón.

Existían en ese tiempo dos teatros allá, el Mayrán, feudo del Dr. Garibay y el Arq. Gómez Robleda, dónde ví actuar a Virginia Valdivieso por primera vez, y el teatro de la ECA en la UAC, manejado por Rogelio Luévano, nuestro querido Rogelio desaparecido demasiado pronto.

Ese teatro, el de ese lugar y ese tiempo, ha perdido ya a tres de los más importantes impulsores de la actividad teatral, Rogelio, Virginia, y Pepe Méndez.

Tiempo después y con la remodelación hecha precisamente por Pepe Méndez, se reinaugura el Teatro Isauro Martínez, que había dejado de serlo y se había convertido en cine de barrio. El Mayrán desaparece poco después y la ECA deja de funcionar como teatro y ocupa su verdadero lugar como Auditorio.

Ahora que estuve en México con mi amiga recordaba que esos años, cuando nos conocimos, habían sido de los más felices, pero creo que aquellos del teatro ocupan también en mi memoria un lugar muy especial, acababa de divorciarme, tenía que ver por tres hijos y hacía teatro...
Ese "hacer teatro" llenaba mis necesidades de persona, pues las de mamá y trabajadora se llenaban solas con la obligación de ser llevadas a cabo pero, el teatro, era magia, posibilidad de ser otro, además de conectarse con seres diferentes, pensantes, que vivían de una manera más plena.

Pude compartir con Ana mi hija mayor, ese gusto, ella actuó también, desde muy pequeña y con una capacidad asombrosa de saber que ella no era el personaje aunque lo fuera, lo era y no lo era... Qué delicia recordarla en "Tres toques de tambor" ¿se llamaba asi, hija?

En fin, he tenido una vida rica y lo mejor está por venir.

1 comentario:

La Lobita dijo...

"Tres redobles de tambor"... Uy, vaya que ha pasado el tiempo. ¿Cómo olvidar a Virginia, a ti y a Juan Ángel como mis papás, en fin... Buenos recuerdos, ma. Cuídate. Muchos besos ;)