De mis amigas y mis amigos

Hace varios días platiqué, vía teléfono, con un amigo viejo o, sería mejor decir, un viejo amigo que, por casualidad llegó a este blog y me comentaba, "si quieres escribir, empieza por escribirles a los amigos" y me puso a pensar porqué es que no les escribo a ellos, a mis amigos.

Pues resulta que a la que le quiero escribir es a mí, si a mí, contarme cosas; no quiero decir:"Hola Billy, qué cuentas y después contar cosas acerca de mi, quiero contarme a mi las cosas que me pasan o las que pienso y siento, lo que estoy viviendo y lo que quiero hacer, lograr....

Encontrarme con ese amigo me hizo pensar en mis amigos de estos años, los antiguos y los nuevos; pocos, tanto unos como otros, de veras que se cuentan con los dedos de las manos y, a veces, sobran dedos. Algunos en México, otros en Torreón, otros más en Puebla y recién estrenada una en Cuernavaca; aunque me percato también de mi amistad con Adriana, mi hija y con Ana, lejos físicamente pero cerca en el alma y con Rubén, al que apenas he encontrado como amigo y que me regala frases bien pensadas, bromas agradables, (tiene mucho ingenio) y cariño, mucho cariño.

Adriana, mi benjamina, mi némesis, siempre quiero que actúe como hubiera actuado yo y nunca lo consigo y de ahi derivan nuestras diferencias y discusiones, pero siento su amor ahora, cada vez más seguro.

Total que empecé con los amigos y no hablé de ellos, ya será en otra ocasión.

De mi amiga Flora

Flora, mi amiga, me envió hace unos días un correo invitándome a ingresar a un blog sobre la Ley de Atracción, sobre la que está basada el libro y la película El Secreto. Me tiene impresionada, le pertenece a un jovencito de Singapur que se llama Saiful Rizal y, que seguramente por avance de vidas anteriores está en el camino de la ayuda y el amor a la gente. Comentábamos, mi amiga y yo hace rato, que es increible como un muchachito de esa edad, tiene 20 años, puede ya estar en un camino que, nosotras apenas estamos descubriendo a nuestros sesenta y pico, pero lo importante es que aqui estamos caminando de la mano de un chiquillo y muy contentas.

Gracias Flora y gracias Saiful por existir.

Del Día de las Madres (2)

¿Dije que vinieron todos? No, faltó Angie.

Del Día de las Madres

Y estuvieron aquí todos. Ana, Gerardo, Raymundo y Estefanía; la hija mayor con su familia. Rubén, Laura y Mariana, mi hijo, su esposa y la pequeña, la más chica de mis nietos. Y Adriana con Daniela, todos aqui conmigo, celebrando el día de la Madre, así con mayúscula porque asi debe ser, aunque, ya se ha dicho antes que no debería ser solo un día en el año mientras todos los demás lo que hacemos es no recordar que sin ella no existiríamos y sin hacerle mucho caso, vivir cada quien a su aire.

Bueno, no puedo decir que mis hijos sean así, la verdad me procuran bastante y se preocupan por los pequeños achaques que tengo de vez en cuando y tratan de estar en contacto con frecuencia.

En fin que aqui estuvieron y la pasamos muy bien. Gracias hijos y familias....

De amigos

Estoy un poco desconcertada, pasando por un mal momento con una amiga nueva a la que, siente ella, que le fallé en un momento sumamente importante. Hay atenuantes, la situación me traía recuerdos dolorosos de otras épocas y, sin percatarme realmente de cual era la causa de mi frialdad, simplemente no estuve ahi, donde debí estar. Pero, bueno, así es la amistad, con altos y bajos, encuentros y desencuentros que van necesitando de ajustes para poder llegar a buen puerto.

Tengo dos buenas antiguas amigas, con las que viví mi adolescencia y juventud; después la vida nos separó y, hace algunos años, nos reencontramos. Fué increible pues pareciera que nos habíamos visto el día anterior y no nos costó ningun trabajo ponernos al corriente y, sobre todo, disfrutarnos como antes. Una vive en Cancún y es más difícil verla, la otra está aquí a dos horas, en México, en la Col. Lindavista, sitio de mis primeras fiestas de baile, el primer novio...las primeras lágrimas de decepción y, ahi también, me casé. Asi que ella vivió conmigo todo eso y ahora platicamos y nos entendemos como entonces. Me siento privilegiada por haber conservado a esas dos personas queridas por tantísimo tiempo. Pronto hablaré de algunas otras y otros...