lunes, 18 de enero de 2010

De Ray, mi nieto.



Hace 18 años que nació este mi primer nieto, este que hoy llega a su mayoría de edad. Ya sabemos lo difícil que es el que podamos ver a nuestros hijos como adultos, imagínense lo que implica ver a los nietos. Pero es maravilloso también, aunque uno siempre los sentirá como niños, ver su desarrollo físico, mental y espiritual, saberlos capaces ya de ver por ellos mismos y al mismo tiempo, estar lo suficientemente bien para disfrutarlos.

Esto no quiere decir que me sienta vieja ni mucho menos, pero si el que ese bebito se haya transformado en un hombre me obliga a ver cómo se va pasando la vida.

Ana, mi hija, su mamá, no cabe en si de alegría, su chiquillo ya creció y aunque a veces no lo parezca, la verdad es que es ya todo un hombre cabal y completo. Desde aquí vaya mi amor para él, Steffi su hermana, Ana y Gerardo.

¡Pásala muy bien Ray! 

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