jueves, 22 de mayo de 2008

De mis amigas y mis amigos

Hace varios días platiqué, vía teléfono, con un amigo viejo o, sería mejor decir, un viejo amigo que, por casualidad llegó a este blog y me comentaba, "si quieres escribir, empieza por escribirles a los amigos" y me puso a pensar porqué es que no les escribo a ellos, a mis amigos.

Pues resulta que a la que le quiero escribir es a mí, si a mí, contarme cosas; no quiero decir:"Hola Billy, qué cuentas y después contar cosas acerca de mi, quiero contarme a mi las cosas que me pasan o las que pienso y siento, lo que estoy viviendo y lo que quiero hacer, lograr....

Encontrarme con ese amigo me hizo pensar en mis amigos de estos años, los antiguos y los nuevos; pocos, tanto unos como otros, de veras que se cuentan con los dedos de las manos y, a veces, sobran dedos. Algunos en México, otros en Torreón, otros más en Puebla y recién estrenada una en Cuernavaca; aunque me percato también de mi amistad con Adriana, mi hija y con Ana, lejos físicamente pero cerca en el alma y con Rubén, al que apenas he encontrado como amigo y que me regala frases bien pensadas, bromas agradables, (tiene mucho ingenio) y cariño, mucho cariño.

Adriana, mi benjamina, mi némesis, siempre quiero que actúe como hubiera actuado yo y nunca lo consigo y de ahi derivan nuestras diferencias y discusiones, pero siento su amor ahora, cada vez más seguro.

Total que empecé con los amigos y no hablé de ellos, ya será en otra ocasión.

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