lunes, 16 de marzo de 2009

De cine.

Me gusta el cine...mucho. No sé todo lo que me gustaría saber y ahora, después de muchos años solamente lo disfruto. Ya me alejé del cine de arte, de aquel que siempre quiere decir una cosa diferente de la que ves en la pantalla y sales con dolor de cabeza. Esto no quiere decir que no vea buenas películas, si, pero ya no me rompo la cabeza pensando "qué habrá querido decir con..."

Acabo de hacer un recorrido mental por mis años de adolescente y joven cinéfila, en los 60s recordando todo aquel bagaje de excelentes películas filmadas en esa época y ayudada con un sitio web llamado All movie, me encontré con "Juegos Prohibidos" del director francés René Clement filmada en 1952 y que debo haber visto por el 58, "Mariana de mi juventud" de Julien Duvivier del 54 y que se estrenó en el Cine Paris de la Ciudad de México alrededor del 59, La Dolce Vita de Fellini (1960) Nunca en Domingo de Jules Dassin con la actriz y activista griega Melina Mercouri (1960), la trilogía de Antonioni: La Aventura, La Noche y El Eclipse filmadas en 60, 61 y 62, El Gatopardo de Visconti en el 63, Zorba el Griego de Cacoyannis en el 64.

De otro género El Pueblo de los Malditos de Wolf Rilla, director y escritor de quién no sé nada. También de Visconti, Vagas Estrellas de la Osa Mayor en el 65 y Los Inocentes en el 76, película extraordinaria por su fastuosidad en decorado y vestuario totlmente apegado a la época representada.

Y más hacia nuestros días 1900 de Bernardo Bertolucci, una de mis favoritas junto con Nunca en Domingo que no he podido conseguir a pesar de haber encontrado sitios donde existen copias de películas viejas donde he comprado verdaderas joyas como Hiroshima mi amor de Alain Resnais filmada en el 59 y que vi en el Cine-Club del IFAL, también de Alain Resnais, El Año Pasado en Marienbad del 61.

Ultimamente he podido ver algo del cine indio, de Bollywood y me ha gustado muchísimo. Vi "Agua" de Deepa Mehta filmada en el 2005, "Devdas" de Sanjay Leela Bhansali en el 2002 y La Ceremonia de Mira Nair en el 2001, esta última en la televisión por cable hace algunas semanas. Y acabo de ver la ganadora del Oscar "Slumdog Millionaire" que también me gustó mucho

Soy aficionada también al cine romántico como toda "old lady" que se respete y estoy haciéndome de una videoteca con todas aquellas películas que marcaron mi adolescencia, tengo ya las tres de James Dean, algunas de Audrey Hepburn, otras de Elizabeth Taylor, desde Mujercitas hasta Quién le teme a Virginia Woolf pasando por La Gata sobre el tejado caliente y Gigante. Algo del western, Siete Hombres y un destino, Butch Cassidy and the Sundance Kid, Shane. El bueno, el malo y el feo y...bueno les seguiré contando en el siguiente post.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como dice un amigo... "¿quién soy yo para contradecirte?".

Ana María Laris dijo...

Querido Paco, siempre me sorprendes, deberíamos estar en contacto más a menudo...

Anónimo dijo...

Leyendo tu reseña del cine me queda claro que con toda propiedad se le bautizó como séptimo arte.
Conozco mas o menos un 70% de las películas que mencionas, aunque de éstas no todas las he visto y solo las conozco por su argumento.
Yo diría que el cine es la única manisfestación artística casi multitudinaria. En la música, la poesía, la pintura o la escultura, la creación es obra de una persona, pero en el teatro, con su hija la ópera y su nieto el cine, la creación involucra a diversos artistas: director, libretista, actor, músico, escenógrafo y etcétera.
En otro aspecto es multitudinario, en que es la más popular de las artes. Y ¿porqué esto es así? Yo veo dos factores. Por un lado, el cine inicia en una época en que la comunicación crece rápidamente producto de diversos instrumentos como la tv, el teléfono, internet y demás y nos ha tocado seguir muy de cerca, si no su nacimiento, sí su desarrollo y (en mi opinión) su culminación. Por otro lado, una película nos transmite una diversidad de impactos que llegan a casi todos nuestros órganos, desde los más elementales hasta los más sutiles y avanzados. Y en esta riqueza de impactos, pocas son las personas que se pueden sustraer a su hechizo.
En fin... no soy nadie para contradecirte. Me propuse ver las películas de tu reseña que no conozco.