domingo, 28 de septiembre de 2008

De Poesía (2)

Y volvemos a Salvador Novo.

Adán Desnudo

Si, seguimos en pie
mas como el polvo erecto en las estatuas
conservado en la sal que nos cubre y petrifica,
huecos, como la voz en las cavernas, sujetos por los cíngulos del tiempo,
vendados en los círculos del tiempo,
cautivos en los muros que uno tras otro alzaron
para construir su mundo hereditario
los hombres que abdicaron sus potencias,
que huyeron temerosos de selva y mar
para encerrarse en claustros,
a divorciar sus lenguas en países,
a congregar su miedo en las ciudades,
a aislarse en casas y cerrar de puertas,
a acoger en los templos su vanidad de dioses,
humillarse en palacios,
a guarecer en cuartos jactancia y cobardía,
a amarse tristemente en las alcobas,
sobrevivir en plúteos, en archivos,
en ataúd, en tumba y monumento.

En siglos fue forjada
la cadena perpetua que nos ata.

Así, las momias, los santos, los héroes,
los padres, los beneméritos, los apóstoles,
los maestros, los sabios,
los códigos, los lábaros,
el sacrosanto hogar, el deber, el honor,
el sacrificio, la condecoración,
el título, el diploma,
escapulario y hierro del esclavo.

Y de pronto, luz de alborada, ciega,
violenta nuestros ojos.
Nuevos Adanes muerden, con dientes firmes
manzanas sin pecado,
hienden sus brazos fuertes
el cristal de los ríos,
derriban muros, puertas, nichos, fronteras;
surgen por todos los horizontes
en busca de si mismos
recreados sin asombro en sus propias imágenes,
las reconocen, danzan, gritos de júbilo
vibran en sus gargantas nuevas,
no hay pasado que abrume sus espaldas,
no hay uniforme que amolde, que amortaje sus cuerpos,
no hay temor ni doctrina
que les unza a una continuidad interrumpida.

La vieja herencia a gotas decantada,
nuestras viejas palabras, la lengua carcomida,
la estrecha celda que para ellos construimos
y a que intentamos reducirlos
no les bastan, ni sirven, ni contienen, ni expresan.

El mundo es solo suyo,
el que ellos reconquistan,
aquel que no supimos nosotros que era nuestro
y trocamos por éste que ahora ellos derrumban.

Un mundo sin fronteras, ni razas, ni ciudades,
sin banderas, ni templos, ni palacios, ni estatuas.

Un mundo sin prisiones ni cadenas.
Un mundo sin pasado ni futuro.
El mundo no previsto por los hombres
cautivos en las criptas del nuestro,
soñado acaso, presentido apenas,
por el desnudo Adán del Paraíso


Este fue Salvador Novo (1904-1974).

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No soy dado a la poesía, pero me queda claro en los escritos de Salvador Novo que fue alguien excepcional.
Conocí a Salvador Novo cuando tenía 21 o 22 años de edad, era estudiante de medicina en Torreón en 1975 o 76. Alguien lo llevó a dar una plática a la facultad y se hizo en una aula pequeña en donde estuvimos unos pocos compañeros y pudimos saludarlo personalmente. En ese entonces lo que sabía de él era que se le reconocía como "el cronista de la ciudad de México".
Lo recuerdo como una persona alta, morena, bien conformada, muy elegante, me parece que traía bisoñé y para mi gusto le restaba elegancia, vestía traje, sin corbata, me parece que mascada y un pañuelo del mismo color en el saco.
La plática, que mas bien tomó forma de preguntas y respuestas sobre diversos temas culturales y políticos del pais, me mostró a una persona muy inteligente, muy corrosivo aunque agradable, casi simpático y muy perceptivo.
Pues desde ese día no me había topado con él hasta ahora al leer los escritos que pones en tu blog.

Anónimo dijo...

Estoy viendo que pones la fecha de su fallecimiento en 1974, entonces debe haber sido cuando iniciaba yo la carrera, entre 1972 y 1974.

Anónimo dijo...

Mi comentario acerca de que conoci a SN me trae a la mente un relato de Nasrudin, el personaje del folclor del medio oriente que es probable que conozcas.
Se cuenta que Nasrudin llego al pueblo diciendo que el rey le habia hablado, de manera que toda la gente se maravillo y pronto Nasrudin adquirio fama como alguien a quien el rey le habia hablado, ya que todos sabemos que los reyes no con cualquiera hablan y todos lo respetaban.
Sucedio entonces que alguien en el pueblo, sin resistir la curiosidad, se le acerco y le pregunta: Dime Nasrudin, que fue lo que el rey te dijo?
Y Nasrudin le responde: Me encontre con el y me dijo, "hazte a un lado idiota, que voy a pasar".

Ana María Laris dijo...

Querido Paco, te agradezco de verdad tus comentarios que además me hacen reir como siempre que estamos juntos. Acabo de iniciar otro blog sobre misticismo, se llama, El Lugar de los Milagros y puedes acceder con la dirección, www.milagrosinstantaneos.blogspot.
com, ojalá me visites, ahí platicaré sobre Nassrudin y algunos otros personajes tanto del Sufismo como de otras corrientes.

Anónimo dijo...

Ya conocí tu otro blog acerca de misticismo. Recuerdo en los 70's que eran "garbanzos de a libra" esas ideas, ya fuera en la forma de personas, de libros u otra.
No olvido el garbanzo que hallé en el noreste de Torreón en esa época.