martes, 17 de junio de 2008

De muerte y dolor.

Anoche me enteré por la llamada de un amigo que se suicidó Ana Silvia, la hija mayor de mi amiga queridísima la Güera, cuando recién lo escuché me enojé mucho, sentí que era una agresión contra su madre, pues lo llevó a cabo en su casa y, lo más doloroso es que no se concretó y está su cuerpo resistiendo cuando su cerebro ya está muerto, pero hoy, después de una noche extraña en la que no sé si dormí bien o no, recapacité y entré en un momento de introspección que me llevó a sentir, a saber que no tenemos derecho a juzgar nada ni a nadie, solo ella sabe lo que vivió, lo que sufrió y qué la llevó a tomar esa terrible decisión.

Hablé con mi amiga, está tranquila, le pedí que no se culpe, ella hizo lo que pudo con los elementos que tenía a mano pero, claro, siempre existe el "pude haber hecho más" "haberme comportado de otra manera", en fin espero que termine pronto la agonía que implica tener ese cuerpo sin alma vegetando y que no permite el descanso de una ni de la otra y que la Luz llegue a sus vidas.

No hay comentarios: