jueves, 8 de octubre de 2009

De visitas y esperanzas

Estoy de visita en casa de mi hija Ana, esperando para recibir unos documentos que, por alguna razón no estuvieron cuando me habían dicho, dándome así oportunidad de estar un poco más de tiempo con ella y su familia.

Siempre que vengo disfruto el ser apapachada, no me dejan hacer nada, me consienten y la paso muy bien.

Llevo ya tres días de retraso en la entrega de esos documentos y espero que me los den hoy para poder regresar a mi casa donde tengo cosas pendientes. De la entrega de esos documentos y, uno más el próximo día 17, depende que se realice un sueño largamente acariciado. La esperanza ha estado, y sigue, viva. A punto ya de concretarse, mi corazón lo espera ansioso, seguro de que traerá un gran bien a nuestras vidas

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